Información sobre los conejos bebés

Información sobre los conejos bebés

Voluntarios de sociedad de acogida y protección a los conejos obtienen innumerables llamadas de personas bien intencionadas que encuentran conejitos “huérfanos" o abandonados detrás del cobertizo de sus casas o en un campo cercano. No obstante, sin saberlo, al tomar estos animales de su hábitat natural rompen familias y conejas madres son separadas de sus bebés, todo con una buena intención de "salvar" a los pequeños pero por desconocimiento, causando lo contrario.

Además, a menudo oímos de propietarios de conejos que se preocupan de que su coneja mascota no alimenta adecuadamente a su camada recién nacida, sin saber que la alimentación y enfermería de la madre a su descendencia se produce sólo una vez al día, y para comprobar si lo hace o no, habría que mantenerse despierto toda la noche para ver.

Si crías conejos como mascotas o animales de cría, y te has sentido asaltado por algunas de esas inquietudes, tal vez la información que hemos preparado para ti en este artículo, sobre los conejos bebés, te sea de utilidad.

Lactancia de los conejos bebés

Nido y lactancia

Aunque los conejos construyen nidos, no son pollos y, después de la preparación inicial, no se sientan en los mismos. De igual forma, no se quedan en ellos después de nacidos los bebés, pues por instinto conocen que el olor que desprenden los conejos adultos puede atraer a depredadores, con lo que se pone en riesgo la integridad de los bebés (kits).

Los kits son enterrados en el fondo del nido, donde permanecen ocultos hasta que la madre los despierta a la hora de comer.

Sólo en raras ocasiones, una coneja madre hace la labor de enfermería y lactancia justo después de dar a luz. Muy a menudo la primera sesión de amamantamiento se produce la noche después del parte. La leche de conejo es rica en nutrientes y sostiene al bebé, entre una sesión y la siguiente, durante 24 horas. La hora preferida para nutrir a los bebés es entre mediados de la noche y las 5:00 am.

A diferencia de cómo haría una gata, una coneja madre no se acuesta en el nido, pero se sitúa por encima de las crías para amamantarlos. Ella, sin embargo, los limpia y lame sus vientres y fondos, para estimular la eliminación de suciedades e infecciones, de la misma manera que lo haría una gata.

Una prueba definitiva de que los bebés están siendo atendidos por la madre puede ser obtenida por el criador a partir de un chequeo tempranero cada mañana, en el que comprobará si el vientre de los kits está redondeado y caliente, señal de que han sido alimentados. Igualmente, la mejor manera de saberlo con seguridad es pesarlos en una pequeña balanza de franqueo o cocina. Tras cada medición, se escribe el peso, que con los días debe ir aumentando, muestra de que están siendo alimentados.

Comportamiento de los conejos bebés

Comportamiento de la madre con los bebés

El criador o algún invitado suyo, dígase familia o amigo, pueden manejar a los bebés, incluso si la madre no los conociera. Los conejos domésticos no son tan preocupados por los olores humanos.

Los conejos no son propensos al canibalismo, como mucha gente piensa. El canibalismo es un resultado ocasional de una camada que nació muerta, y esta es la manera natural de limpiar el "error". Lo cierto es que la actividad y ruidoso chirrido de los bebés saludables, activan el "instinto maternal" de la coneja.

Sólo en raras ocasiones, una madre verdaderamente abandona o ignora a sus bebés. Esto puede ocurrir cuando una coneja muy inmadura da a luz, en cuyo caso, no suele construir un nido o hacer cualquier preparación para recibir y atender a los kits. De hecho, su producción de leche también se retrasa y si esto pasara, los bebés pudieran ser alimentados a mano por corto tiempo hasta que la madre pueda asumir el rol. Una vez más, la ganancia diaria de peso sería la prueba de una alimentación adecuada.

En general, un conejo macho es tolerante con los conejos jóvenes y, de ser castrado, puede permanecer con su nueva familia. El padre comenzará a cortar y jugar más o menos con los hijos cuando estos empiezan a llegar a la pubertad y comienzan a actuar de forma luchadora. Llegado este momento, se debe proceder con la separación.

Un conejo macho debe ser castrado antes de ser puesto de nuevo con la madre porque ella puede concebir de nuevo inmediatamente después de dar a luz. La castración también es una forma de esterilización y corrección de su comportamiento para que actúe idóneamente en sociedad, sin dañar a la madre o a las crías.

Tras la castración, los conejos machos deben mantenerse separados durante un mes del resto del grupo.

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