Alimentación ideal para conejos

Alimentación ideal para conejos

Por su fácil adaptación y los pocos cuidados que requiere, el conejo se ha convertido en un animal de compañía muy solicitado. Sin embargo, aquellas personas que decidan acoger a estos animalitos, deberán tener presente algunas consideraciones con respecto a su alimentación.

¿Por qué es importante la alimentación del conejo?

A diferencia de los roedores, los conejos presentan dos pares de incisivos en la parte superior de su boca, y esto los ubica dentro del orden de los lagomorfos. Una característica habitual en este tipo de animales, es el crecimiento constante de sus dientes, por lo que necesitan desgastarlos en la misma medida y lo hacen generalmente masticando alimentos cada cierto tiempo.

Para hacernos una idea, nuestra mascota es capaz de realizar entre 20 y 30 comidas diarias, aunque algunos casos han reportado más de 80 ingestas en un día. Este dato también responde a una característica de su sistema digestivo muy sorprendente, y es que los conejos desplazan la comida hacia el interior por empuje, o sea que cada bocado ingerido hace presión sobre el resto de la comida alojada en el tubo digestivo para su asimilación.

De esta manera, no es difícil pensar por qué el conejo necesita comer varias veces al día. Y dentro de este aspecto, reside además la importancia de proveerles una dieta balanceada y rica en fibras y minerales, entre otros nutrientes. Con ello evitaremos enfermedades muy comunes como los cólicos y el deterioro de la dentadura, así como la presencia de bacterias perjudiciales en el tracto intestinal.

La clave está en la dieta

El heno, las verduras y el pienso, son algunos de los integrantes vitales para asegurar el desarrollo de nuestro conejito. Las primeras semanas necesitarán de un régimen especial de comida, de modo que pueda adaptarse paulatinamente a la dieta, o de lo contrario sufrirá de diarreas y en el peor de los casos, la muerte.

De manera general, un conejo debe comer más de 150 gramos de heno al día, junto a 100 gramos de verduras y 30 de pienso por cada kilo de su peso corporal. Esta medida, no pretende ser un estándar de alimentación, si bien lo ideal es consultar previamente a un veterinario para determinar las particularidades de nuestra mascota.

Adicionalmente, puedes incorporar a la dieta frutos secos, cereales y alimentos industriales para conejos, pero siempre en pequeñas porciones y con la idea de confeccionar un menú variado, que satisfaga sus necesidades energéticas y nutritivas. Es recomendable además, pesarlo semanalmente, y condicionar la dieta según los valores obtenidos.

Heno: insustituible

Este alimento no debe faltarle a tu conejo. Su importancia es tal, que es capaz de prevenir las diarreas, la obesidad y las bolas de pelo en el estómago, además de aportar beneficios al sistema digestivo en general, y potenciar el crecimiento saludable de los dientes.

El heno se obtiene a partir del secado de las plantas verdes. A pesar de existir una amplia variedad de este alimento, sus propiedades nutricionales alcanzan su máxima evidencia en el heno de gramíneas y el heno de leguminosas.

En cuanto al heno de gramínea, su aporte de proteínas es moderado, por lo que se recomienda para conejos adultos. La avena, la Hierba Bermuda o el Dáctilo (Orchard grass) son algunos de los productos que podemos encontrar de este tipo en el mercado.

Por otra parte, el heno de leguminosas es ideal para conejos en pleno desarrollo o para proveerle a la hembra durante el proceso de gestación. Ejemplo de este tipo de alimentos, puede ser la alfalfa, la esparceta o el trébol blanco.

Verduras

No hay nada como combinar acelgas, pepinos, coles y alcachofas para alimentar a nuestra mascota. Asegúrate de suministrarles esta comida con una frecuencia diaria, y procura lavarlos bien y ofrecerlos a temperatura ambiente. En pequeñas proporciones también es válido añadir algo de espinacas, zanahorias, brócolis y lechugas.

Una buena combinación estaría compuesta por tres partes de verduras de hoja por una de verduras frescas y frutas. Para las primeras, estas deben ser de colores oscuros, pues son las que mayores concentraciones de nutrientes poseen. Las hojas amarillas deben evitarse, y  dosificarse algunos productos como el perejil, y las hojas de rábano o de remolacha por su alto contenido de oxalatos, cuya ingesta en grandes cantidades puede afectar el riñón del conejo.

Dentro de las verduras frescas, podremos seleccionar apio, pimientos, tomates (sin las hojas), judías verdes y calabacines. Para el caso de las frutas, y en aras de controlar los niveles de azúcar, podemos suministrar en pequeñas porciones (una cucharada por kilo de peso) frambuesas, mango, manzanas, peras o sandías.

Consideraciones finales

Evita terminantemente la cebolla, puerro, aguacate, remolacha, ajo y cualquier tubérculo. También resultan igual de dañinos la aceituna y la flor del brócoli. Estas verduras por lo general, acarrean complicaciones intestinales y en el hígado. Evita cualquier tipo de alimento rico en almidón y azúcares.

Adicionalmente, necesitarás controlar el sobrepeso de tu conejo, y vela porque siempre disponga de agua limpia. Para facilitarles el desgaste de los dientes, coloca un trozo de madera o de pan viejo dentro de la jaula. No olvides que debes alimentarlo al menos dos veces al día y para utilizar alimentos en polvo, mézclalos previamente con agua para evitar complicaciones respiratorias.

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