Conejo de orejas caídas

Conejo de orejas caídas

Aunque sus orejas caídas sean sinónimo de peculiaridad y encanto, lo cierto es que este rasgo les impide percibir las señales sonoras de su entorno, lo que sumado a sus capacidades reproductivas tan bajas, convierten a esta raza en una de las más delicadas para su cría en cautiverio.

No obstante, semejante tropiezo parece no detener su popularidad, pues los conejos de orejas caídas cuentan con varias nacionalidades alrededor del mundo, y una admiración entre cunicultores cada vez mayor, ya sea por su carácter juguetón y dócil o por su aspecto tan elegante y seductor.

Características

Se presume que estos conejos surgieron en los albores del siglo XIX, donde destacaron rápidamente por sus orejas tan singulares. En los primeros meses de existencia, las orejas de estos conejos se mantienen ligeramente erguidas, y a medida que crecen van cayendo a ambos lados de su cabeza.

Las variantes más notorias de esta raza son el holandés y el inglés, siendo esta última la que mayores dimensiones presenta, llegando a los cinco kilogramos de peso en estado adulto con respecto a los dos kilogramos que puede lograr el holandés.

Su pelaje, aunque corto, es abundante en todo el cuerpo, sedoso en la parte interior del animal y con variantes de color que oscilan entre el gris o el pardo e incluso el azul o manchado. Sus extremidades son gruesas y su cuerpo es corpulento y abultado, donde además resaltan las grandes proporciones que puede alcanzar su cabeza.

En condiciones adecuadas, el conejo de orejas caídas es capaz de llegar hasta los diez años de vida.

Comportamiento del conejo de orejas caídas

Muchos conocedores le definen como el más afable y tranquilo de todas las razas. Sin embargo, esto no significa precisamente que deba confinarse en espacios reducidos o ser desprovisto de actividades sociales. Como todos los conejos, necesita interactuar con los miembros del hogar y caminar por la casa para jugar y hacer ejercicios.

También vale tener en cuenta que son animales muy pulcros y pendientes de su aspecto. Por tal razón, sólo será necesario bañarlos un par de veces al año, además, de esta forma protegeremos su pelaje tan delicado.

En cuanto a su sistema de comunicación, se apoyan mucho en su olfato y a través del contacto físico, pues como mencionamos anteriormente, las orejas caídas le impiden captar los sonidos del entorno. Este hecho además, los define como animales muy asustadizos, que ante situaciones de peligro lanzan un chillido característico, y agitan sus extremidades traseras frenéticamente.

Durante el día, es común que permanezcan durmiendo incluso con los ojos abiertos, pues su horario de actividad se registra en las horas tempranas del día y al caer la tarde, donde abundan las bajas temperaturas.

Alimentación de la raza

En este aspecto, no existen grandes diferencias con el resto de las razas. El conejo de orejas caídas es un animal herbívoro, cuya dieta debe estar integrada principalmente por heno, verduras y alimentos concentrados. También es fundamental que cuente con abundante agua a cada momento, como tampoco debemos abusar de elementos como el almidón o el azúcar, por su rápida fermentación.

Durante los primeros meses de vida, se debe utilizar solamente heno, para más tarde (transcurrido un año) incluir verduras ricas en vitaminas como espinacas, brócoli o zanahorias. De la misma forma podremos proveerle de pienso, aunque en cantidades inferiores, o bien avena triturada, maíz y cereales integrales.

Dentro de los alimentos que debemos evitar, se encuentran la cebolla, las patatas y la lechuga, que pueden causarle severos trastornos intestinales y facilitar la ocurrencia de diarreas. En menor medida, también debe supervisarse la ingesta de frutas, y en sentido general, todos aquellos alimentos que puedan atentar contra su delicado proceso de digestión.

Reproducción del conejo

La etapa de celo en los conejos de orejas caídas supone un cambio total de su comportamiento hacia una actitud más agresiva y territorial. Una vez copulada la hembra, se necesitará poco más de un mes para que pueda dar a luz. Luego deberán transcurrir cerca de cincuenta días para encontrarse disponible nuevamente.

Desafortunadamente, estos conejos no son grandes reproductores, no solo porque en cada parto apenas son capaces de concebir entre tres y cuatro gazapos, sino por el hecho de que solo un 90% de la camada logra sobrevivir la etapa posterior al nacimiento. Además, durante este período, tanto la hembra como las crías demandarán de cuidados especiales en cuanto a alimentación y condiciones del entorno se refiere.

Razas de conejos de orejas caídas

Belier inglés: Esta variedad ostenta el título de ser la más antigua de todas, y además, es la que cuenta con las orejas más largas. Tanto así, que a veces llegan a pisarlas. En estado adulto, el Belier inglés no sobrepasa los 6 kilogramos.

Belier francés: Descendiente directo del Belier inglés, por lo que comparte sus mismas características. Sus orejas miden en promedio 42 cm y su peso oscila entre cinco y siete kilogramos. Posee una complexión robusta y se conoce de su existencia desde el siglo XIX.

Belier holandés: Este es quizás la más popular de todas las variantes. Surgido a partir de un cruce entre un enano holandés y un Belier inglés, este conejito posee un pelaje corto y sedoso y es ideal como mascota por sus dimensiones tan reducidas (no llega a exceder los dos kilogramos de peso).

Fuzzy Lop: Al igual que el Belier Holandés, el Fuzzy Lop entra en la categoría de los conejos enanos. De cuerpo robusto y bien proporcionado, resalta además por su pelo largo y suave. Puede encontrarse en 19 colores diferentes, e incluso algunos ejemplares manchados, producto del cruce entre el Holandés y el English Spots.

Belier Enano: También conocido como Mini Lop o Dwarf Lop, estos animalitos son los más pequeños de toda nuestra lista de conejos de orejas caídas. En promedio suelen medir poco más de un kilogramo, y se caracterizan por su carácter sosegado y su gran inteligencia.

Otras razas: Para cerrar la lista, destacamos algunas razas singulares como el Cashmere Lop, de pelo largo, el Meissner Lop, el único en poseer una variante de color amarillo y el Plush Lop, cuya aparición en 1995 le convierte en la raza más joven de todas.

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