Dientes del conejo, ¿cómo cuidarlos?

Dientes del conejo, ¿cómo cuidarlos?

Una confusión frecuente es calificar a los conejos como roedores cuando realmente son de la familia de los mamíferos lagomorfos. Tal vez la causa que confunda a algunos sean sus largos dientes y que pasan la mayor parte de su tiempo masticando y royendo cualquier cosa con ellos. Pero lo hacen por instinto natural y como mecanismo para frenar el constante crecimiento de ese importante componente de su anatomía, y no porque sean precisamente roedores.

La dentadura de los conejos está compuesta por seis incisivos, los inferiores, superiores y posteriores, seis premolares y seis molares. Entre los incisivos que vemos al comienzo de la boca y las restantes piezas hay un espacio denominado diastema.

Sus dientes nunca paran de crecer

Más allá de la cantidad, lo curioso en los dientes de la especie es que entre los animales más conocidos por el hombre es el único al que no le paran nunca de crecer. Como promedio, crecen de dos a tres milímetros cada semana.

Este crecimiento continuo los obliga a morder contantemente. Por ello es que se recomienda proveer siempre a nuestros conejos-mascota de trozos de madera no tratada para que la roan y desgasten sus piezas. De no poder hacerlo, el animalito sufrirá y desarrollará enfermedades como la conocida maloclusión dental o mordedura incorrecta, que le provoca infecciones, heridas e intenso dolor por el enterramiento de los dientes en tejidos internos, todo lo cual impide que se alimente en la forma correcta.

Visitas periódicas al veterinario

Para prever esta y otras anomalías derivadas de los dientes, lo más aconsejable es acudir periódicamente el veterinario. Pero también hay dos consejos esenciales para el cuidado de las piezas de nuestro conejo, que si seguimos al pie de la letra evitaremos males mayores y contribuiremos a su felicidad.

El primero es, como ya dijimos, proveerlo de un trozo de madera, tronco o rama para que roa. Debemos velar porque no sea de cedro, que es tóxico para ellos. De igual forma podemos adquirir una de esas piedras de sal que se comercializan en las tiendas especializadas, lo cual es igualmente bueno para que limen sus incisivos.

Importancia de una buena alimentación

Garantizándole una buena alimentación también contribuiremos a que sus dientes no crezcan más de lo habitual. Un componente esencial en este sentido es el heno, pues además de constituir la base de la dieta de la especie, el 70 por ciento de su ingesta diaria, le permite de paso limar sus muelas mientras muerde las hebras del alimento.

Aun siguiendo estos consejos podría darse el caso de que el conejo padezca de sobrecrecimiento dental y sufra sus consecuencias. No siempre se puede prever y en las consultas preventivas y periódicas a lo mejor no se detecta.

Síntomas de problemas dentales

Si esto pasara, desde casa cómo podemos discernir si el conejo está sufriendo por causa de este padecimiento. Aunque no resulta muy sencillo, sí hay una serie de síntomas a los que podemos prestar atención para identificar si sufre por causa de sus dientes, y acudir de inmediato al veterinario.

Algunos de estos síntomas son el exceso de salivación, la inapetencia, pelaje carente de brillo y fortaleza, lagrimeo producto del dolor, ojos alterados o saltones, rechineo continuo de sus dientes, exceso de mucosidad en la nariz, e irregularidad en la cantidad y composición de sus deposiciones.

Válido es aclarar que estos síntomas no son exclusivos de malestares derivados del sobrecrecimiento dental, sino que también pueden deberse a otros muchos padecimientos.

No obstante, la existencia de cualquiera de ellos nos debe poner sobre aviso para actuar de inmediato y tratar el mal en cuestión que, si el conejo está criado en condiciones higiénico-sanitarias adecuadas, tiene un gran por ciento de probabilidad de que esté relacionado con sus dientes.

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