Esterilización de los conejos

Esterilización de los conejos

Muchas personas se plantean el hecho de castrar a sus mascotas, pero no están realmente conscientes de la importancia que esto conlleva. Del mismo modo, es normal que surjan dudas al respecto sobre la salud de nuestro conejito y el impacto que puede tener en ellos este tipo de operaciones. He aquí algunos aspectos que deberías conocer sobre este tema tan importante.

¿Por qué debo esterilizar a mi mascota?

Los conejos son animales que poseen una capacidad reproductiva muy alta. Generalmente, una hembra se encuentra disponible para el apareamiento todo el año, e incluso, algunas razas pueden concebir nuevamente a las pocas semanas de haber dado a luz. Las camadas van desde seis hasta doce gazapos.  ¿Te imaginas a cargo de doce conejitos más?

En caso de que no conozcas doce amigos u hogares que estén dispuestos a acoger las nuevas crías, ya comienzas a ver los beneficios de la esterilización. Por si fuera poco, este procedimiento minimiza la conducta agresiva y territorial de los machos, volviéndolos más dóciles y prestos a la domesticación. Las hembras por su parte, reducirán el riesgo de contraer cáncer de útero, cuya probabilidad aumenta con la edad.

Otro beneficio evidente, es la calidad de vida de tu conejito, quien podrá permanecer a tu lado hasta los diez años de edad, mientras que si se encuentra sin esterilizar, existe el riesgo de que adquiriera infecciones en el tracto urinario y perezca a los pocos años de edad. Además, un conejito castrado dejará de orinar por todos los rincones de la casa y evitará morder los muebles y zapatos, sin mencionar que la orina perderá ese olor tan intenso y característico de las etapas de celo.

Preocupaciones frecuentes

Te aseguramos que la esterilización no trae ningún cambio negativo en tu mascota. Todo lo contrario, asumirá una conducta más serena sin dejar de ser juguetón. Su carácter territorial se verá reducido y en cambio se mostrará más receptivo a tus señales. Por supuesto, la castración no es un procedimiento natural, como tampoco lo es la vida en cautiverio, por lo que debemos condicionarlo para ella del mejor modo posible.

No obstante, el procedimiento no se encuentra libre de riesgos. Aunque las probabilidades son muy bajas, pueden darse complicaciones con la anestesia, casos de infección y problemas en el corazón. Todo ello varía en dependencia de las condiciones del animal.

Por supuesto, no existe mejor garantía para la operación que elegir un veterinario capacitado y con reputación; aunque también influirá la edad del conejo y su estado de salud para lograr una intervención quirúrgica exitosa. Otra preocupación que muchos dueños sostienen es el sobrepeso que puede sufrir el conejo, pero esto es algo que podemos controlar a través de un régimen especial de alimentación.

La edad propicia

Este es otro tema recurrente en las inquietudes ante la esterilización. Lo más indicado son las edades tempranas, a partir de los cuatro meses para las hembras y seis para los varones. En cualquier caso, asegúrate de hacerlo antes de cumplir el año de vida, en aras de reducir los riesgos de la operación (a medida que crece, el conejo acumula mayor cantidad de grasas que impedirán la asimilación adecuada de la anestesia).

Los machos por lo general estarán listos cuando los testículos desciendan. Si no estás seguro de que sea el momento indicado, ya sea porque es demasiado joven, o no alcanza el peso mínimo para ello (1 kilo), siempre puedes observar la conducta de tu mascota, que al morder los objetos y orinar por doquier, estará mostrando signos evidentes de madurez sexual.

En el otro extremo, los ejemplares que sobrepasen los dos años de edad, deberán ser sometidos a un examen previo para determinar su estado de salud. Y en cuanto a la penicilina, nos aseguraremos que no sea usado el halotano, si bien lo más recomendado es el isofluorano. Aunque, por supuesto, si elegimos un buen especialista, no será necesario tener en cuenta este tipo de precauciones.

Antes y después de la operación

Es recomendable que organices el proceso de forma tal que puedas llevarte el conejito a casa el mismo día. Nadie le cuidará mejor que tú, y le quitarás el estrés de dormir en un lugar al que no está acostumbrado. Puedes proveerle apoyo extra si llevas a su pareja de jaula, de ese modo no se sentirá solo y al regresar, no podrá ser rechazado por llegar con olores extraños de la clínica.

Algunos especialistas recomiendan dejar el conejito en ayunas, pero esto es una verdad a medias. Habitualmente, bastarán solo un par de horas sin comer antes de la operación. Recuerda que es un animal que necesita alimentarse cada cierto tiempo, por lo que si le dejas sin comer más de lo habitual, puedes ocasionar severas complicaciones intestinales. Además, después de la operación es común que se muestre inapetente.

Al finalizar el procedimiento, deberán transcurrir un par de días hasta encontrarse completamente repuesto. Las hembras demoran un poco más, pero no le suplementes antibióticos de manera deliberada. Es normal que adopten una actitud apática y soñolienta, no trates de animarlo ni moverlo demasiado. El proceso de cicatrización tomará cerca de un mes.

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